
José Buil
Biografía
Nació en marzo de 53 en Celaya Gto, pero ese fin de año dio sus primeros pasos en la Colonia Industrial, a unas cuadras del cine Tepeyac, donde prácticamente aprendió a leer con los subtítulos de películas que veía con su mamá, quien era sorda, pero también asidua lectora y aficionada al cine. Los domingos su papá le exhibía películas mudas de grandes cómicos en el formato casero 9.5 mms. Alumno de la Primaria “Emiliano Zapata 21-093”, los sábados por la tarde asistía a cines cercanos a su casa a ver películas del Cabo Rusty y Rin-tin-tín, o la colección completa de las películas Disney como “Blanca Nieves, “Pinocho” o la inolvidable “Nicky el perro salvaje”. Los domingos con su tía Chela y sus hermanas se escapaban a la matiné de cines cercanos para ver trilogías como la de “Tarzán de los monos” con Johnny Weismuller y westerns que luego resultaron ser de Jonh Ford, Raoul Wals y Howard Hawks. Los domingos después de la matiné dedicaba las tardes a ver en teve “El Desierto Salvaje” y esperaba con ansias el “Teatro Fantástico” de Enrique Alonso “Cachirulo”. Creyendo que iba a ser médico, igual que su abuelo, ingresó en la secundaria 24, Leona Vicario, cuyas expulsiones resistió refugiándose en el cine Tepeyac donde se la pasaba viendo películas de Elvis Presley y Jerry Lewis. En esa época sus papás lo mandaron a dormir solo en un cuarto en la azotea, donde encontró un baúl lleno de libros que paliaron su soledad. En ciertas ocasiones pudo ver clásicos como “La Novia de Frankenstein” y “Santo vs las Mujeres Vampiro”, que lo marcaron para el resto de sus días. Como alumno de la Prepa 5 en Coapa, en pleno post 68, empezó a asistir a un cine club organizado por los porros donde vio cosas como “Doce del Patíbulo” y “El Tunco Maclovio”. En cines de la ciudad cayó rendido ante “Esplendor en la Hierba”, “Al Este del Paraíso”, de Elia Kazan y “Los Hermanos del Hierro” de Ismael Rodríguez, escrita por Ricardo Garibay. Al terminar la Prepa ingresó a la Facultad de Medicina donde descubrió el horror del cuerpo en el anfiteatro y en 1972 vio “El Grito”, documental sobre el Movimiento Estudiantil del 68, que le provocó un llanto incontrolable y lo obligó a buscar otros horizontes: acabó en la carrera de Periodismo y Comunicación en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, donde fue encontrando puertas hacia la literatura, el periodismo y el cine, especialmente en cine clubs que programaban películas de la escuela italiana neorrealista del cine (Visconti, Fellini, Pasolinni). Mientras asistía a los cine clubs del IFAL y el Instituto Goethe donde respectivamente descubrió a la nouvelle vague y al nuevo cine alemán, con Godard, Truffaut, Rainer Werner Fassbinder y Werner Herzog por delante. En 1976 fue admitido en el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC), donde tuvo excelentes cineastas mexicanos como maestros y encontró a Maryse Sistach, con quien se casó en 1982. La literatura y el periodismo siempre han sido la base de su trabajo cinematográfico. En 1978 empezó a colaborar con Sistach en ejercicios escolares y en 1979 fue asistente en “¿Y si platicamos de agosto?”, tésis del CCC, crónica íntima del 68 que narra la historia del amorío clandestino entre una joven estudiante de química en el IPN (Instituto Politécnico Nacional) y un adolescente.